Se llama «principio»
(I) el extremo de una cosa a partir del cual puede uno
comenzar a moverse: por ejemplo, éste es el principio de la longitud y del
recorrido desde este lado, pero desde el lado opuesto es otro;
(2) y aquello a partir de lo cual cada cosa puede realizarse
mejor: a veces, por ejemplo, ha de comenzarse a aprender, no por lo primero, es
decir, no por el principio del asunto, sino desde donde sea más fácil aprender;
(3) y lo primero a partir de lo cual se hace algo, siendo
aquello inmanente (en esto): por ejemplo, así es la quilla principio del navío
y los cimientos lo son de la casa, y hay quienes piensan que de los animales lo
es el corazón, otros que el cerebro y otros que cualquier otra parte semejante,
sea la que sea;
(4) y lo primero a partir de lo cual se hace algo, no siendo
aquello inmanente (en esto), es decir, de donde naturalmente se originan el
movimiento y el cambio: el hijo, por ejemplo, tiene su principio en el padre y
la madre, y la guerra en la ofensa;
(5) y aquello por cuya voluntad se mueve lo que es movido y
cambia lo que es cambiado: así, se dice que son principios, en las ciudades,
las magistraturas, las autoridades, las monarquías y las tiranías, y también
las artes y de éstas, muy especialmente, las rectoras.
(6) Además, se dice también que es principio (de una cosa)
lo primero a partir de lo cual la cosa resulta cognoscible, por ejemplo, las
premisas lo son de las demostraciones.
En otros tantos sentidos se habla también de «causas», ya
que todas las causas son principios. Y ciertamente lo común a todo tipo de
principios es ser lo primero a partir de lo cual algo es, o se produce, o se
conoce. Y de ellos, unos son inmanentes y otros son extrínsecos, y de ahí que
principio sean la naturaleza y el elemento, el pensamiento y la voluntad, la
entidad y el para-qué. Y es que el bien y la belleza son principio, en muchos
casos, tanto del conocimiento como del movimiento.
CAPÍTULO SEGUNDO: (CAUSA)
Se llama «causa»
(I) en un sentido, aquello de-lo-cual se hace algo, siendo
aquello inmanente (en esto): el bronce, por ejemplo, lo es de la 25 estatua y
la plata lo es de la copa --y también sus géneros--;
(2) en otro sentido, la forma y el modelo, es decir, la
definición de la esencia y los géneros de ésta (por ejemplo, de la octava es
«la proporción de dos a uno» y genéricamente el número), así como las partes de
la definición;
(3) además, aquello de donde proviene el inicio primero del
cambio y del reposo: así, el que da un consejo es causa, y el padre lo es del
hijo, y en general, el agente lo es respecto de lo hecho y lo que produce el
cambio lo es respecto de lo que resulta cambiado;
(4) además (está la causa entendida) como fin, y éste es
aquello para-lo-cual: por ejemplo, el del pasear es la salud. ¿Por qué, en
efecto, pasea? Contestamos: para estar sano, y al contestar de este modo
pensamos que hemos aducido la causa. Y también todas aquellas cosas que, siendo
otro el que inicia el movimiento, se interponen antes del fin, por ejemplo, el
adelgazar, el purgarse, las medicinas y el instrumental médico se dice que son
causas de la salud; y es que todas estas cosas son para el fin, si bien
difieren entre sí en que las unas son acciones y las otras instrumentos.
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Metafísica,
1012b-1013b. (Libro quinto ()),
capítulo primero (principio), capítulo segundo (causa).
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